Miomas uterinos: ¿Qué son?
Lo miomas uterinos o leiomiomas, llamados también popularmente fibromas del útero, son tumores benignos del músculo liso del útero denominado miometrio. Es una afección muy frecuente en la edad reproductiva, que en general no produce síntomas y se diagnostica como hallazgo en controles ginecológicos. En otras ocasiones pueden producir alteraciones del ritmo menstrual, dolor o infertilidad.
¿Cuáles son las causas de la formación de miomas uterinos?
Aunque aún no se conoce la causa exacta de los miomas uterinos, se cree que factores genéticos y hormonales desempeñan un papel importante en su desarrollo. Se ha encontrado una asociación entre los miomas y la producción excesiva de estrógeno, lo que podría explicar por qué estos tumores suelen aparecer durante los años reproductivos de una mujer.
Además, ciertos factores de riesgo como tener antecedentes familiares de miomas uterinos, ser afroamericana, la menarca temprana (primera menstruación en menores de 10 años), tener obesidad o síndrome de ovario poliquístico están asociados a mayor riesgo de desarrollar miomas.
Tipos de miomas uterinos:
De acuerdo a su localización dentro del útero se clasifican en tres tipos: intramurales, submucosos, subserosos y pediculados.
- Intramurales: Estos son los miomas más comunes y crecen dentro de la pared muscular del útero. En general son asintomáticos, pero si llegan a tener un gran tamaño pueden causar períodos menstruales abundantes y dolor pelviano.
- Submucosos: Estos miomas crecen hacia la capa interna del útero, conocida como endometrio, distorsionando la cavidad uterina. Son menos comunes, pero pueden causar sangrado menstrual abundante y problemas de fertilidad.
- Subserosos: Estos miomas crecen hacia la capa externa del útero, conocida como serosa. En el caso de adquirir un gran tamaño, pueden ejercer presión sobre órganos circundantes como el intestino o vejiga, causando dolor pelviano o sensación de presión en la pelvis.
- Pediculados: Estos miomas son un subtipo de miomas subserosos que crecen hacia el exterior de la cavidad uterina a partir de un pedículo vascularizado que los nutre. Aunque son menos comunes, se asocian a riesgo de torsión sobre su eje, lo que produce un dolor súbito e intenso que habitualmente requiere tratamiento urgente.
Es importante mencionar que una mujer puede tener uno o varios miomas, y estos pueden ser de diferentes tipos y tamaños
El tipo de mioma puede influir en los síntomas experimentados y el tratamiento requerido. Por tanto, es esencial para un diagnóstico y manejo adecuados, identificar el tipo de mioma y los síntomas asociados.
¿Cómo se diagnostican los miomas uterinos?
En general podemos realizar un diagnóstico adecuado mediante una ecografía ginecológica transvaginal. En casos específicos puede requerirse una histerosonografía, ecografía ginecológica 3D o resonancia magnética de pelvis.
3 síntomas frecuentes de un mioma uterino
Aunque en muchos casos los miomas pasan desapercibidos sin síntomas aparentes, más del 30% de las mujeres que los tienen presentan alguna complicación en su período menstrual u otros signos visibles.
La infertilidad es uno de ellos. Cuando una mujer no puede quedar embarazada o presenta abortos espontáneos en sus intentos de estarlo, la causa podría ser la existencia de miomas uterinos.
Sin embargo, los tres síntomas principales de los miomas uterinos son:
- Períodos menstruales que pueden durar más de lo normal, con sangrados abundantes (a veces con coágulos de sangre) y entre períodos.
- Cólicos y retorcijones pélvicos durante los períodos.
- Necesidad de orinar con mucha frecuencia y sensación de presión en la parte baja del abdomen.
El dolor durante las relaciones sexuales también podría estar relacionado, pero no es un síntoma exclusivo de los miomas uterinos.
La miomatosis uterina no requiere tratamiento salvo que existan síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor, infertilidad o presenten un crecimiento acelerado.
Tratamientos Disponibles para los Miomas Uterinos
Existen varias opciones de tratamiento para los miomas uterinos, que varían dependiendo de la gravedad de los síntomas, el tamaño, ubicación de los miomas, y los planes reproductivos de la paciente.
Terapias Farmacológicas
Los medicamentos son a menudo la primera línea de tratamiento para los miomas uterinos, especialmente cuando los síntomas son leves. Estos pueden incluir analgésicos de venta libre para aliviar el dolor, medicamentos hormonales como anticonceptivos orales para regular el ciclo menstrual, reducir el sangrado y el dolor menstrual.
Cirugía
En algunos casos es necesario realizar un procedimiento quirúrgico para extirpar los miomas. Esta cirugía miomectomía y puede consistir en una histeroscopia cuando el mioma es submucoso o en una laparoscopia o cirugía convencional cuando el mioma es subseroso o pediculado.
En casos más severos, cuando los miomas son múltiples o distorsionan la anatomía del útero y la paciente no tiene deseo reproductivo, se puede realizar una histerectomía, es decir la extirpación del útero mediante cirugía
Procedimientos mínimamente invasivos
Actualmente existen otros tratamientos disponibles para reducir el tamaño de los miomas como el HIFU o la radiofrecuencia. Estos casos deben ser individualizados ya que solamente pueden ser ofrecidos a pacientes que cumplan ciertos criterios.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento de los miomas uterinos es altamente individualizado, y debe ser discutido con un médico especialista en cirugía ginecológica. Recuerda que cada cuerpo es único y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra.
Mioma uterino y embarazo: complicaciones y tratamiento.
En cuanto a su relación con las complicaciones para el embarazo, cabe destacar que solo aplica a los miomas de tipo submucoso.
Los miomas subserosos (desarrollados por fuera del útero) no impiden la gestación. Los intramurales tampoco están vinculados a la infertilidad, aunque por su tamaño podrían bloquear el canal de parto y requerir una cesárea.
Por lo tanto, los miomas submucosos son los relacionados a las complicaciones en el embarazo. Esto se debe a su posición en el endometrio y el riesgo de un bloqueo en la entrada del óvulo a las trompas de falopio. A su vez, también pueden complicar la implantación del embrión.
Los abortos espontáneos causados por los miomas uterinos submucosos suelen transcurrir en los primeros tres meses de embarazo.
Existen distintos tratamientos para los miomas uterinos, pero en el caso de los submucosos el procedimiento más común es quirúrgico.
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