En los últimos 15 años se ha visto un incremento en el diagnóstico de cáncer en personas menores de 40 años. Uno de los cánceres que más ha aumentado su incidencia es el cáncer de mama, sobre todo en la población entre 30 y 39 años de edad.
Gracias a la evolución en las técnicas de diagnóstico tanto histológico, molecular, como por imágenes; actualmente es posible realizar un diagnóstico en estadios iniciales de la enfermedad y un tratamiento personalizado o target según la estirpe tumoral. Esto permite tener posibilidades más elevadas de supervivencia posteriores al tratamiento. No obstante, estas terapias tienen un efecto nocivo en la fertilidad, por lo que es fundamental recibir un asesoramiento para preservar la fertilidad previo al tratamiento oncológico.
Impacto del Tratamiento Oncológico en la Fertilidad
Las terapias contra el cáncer como la quimioterapia, la radioterapia y algunos tratamientos quirúrgicos tienen un efecto deletéreo sobre la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
La mayoría de las drogas que se administran en la quimioterapia producen una pérdida masiva de los folículos ováricos, con la consecuente reducción de la reserva ovárica e insuficiencia ovárica precoz en muchos casos. En el varón, produce la destrucción de las espermatogonias y ausencia de espermatozoides en el eyaculado.
La radioterapia, sobre todo la localizada en la región pelviana, se asocia a daños en el material genético de las gametas y pérdida en la cantidad y calidad de las mismas.
Es fundamental que los oncólogos asesoren a los pacientes sobre los efectos que producen los tratamientos oncológicos en la función reproductiva y les expliquen las distintas opciones para preservar su fertilidad previo al tratamiento.
Opciones de Preservación de la Fertilidad en Mujeres
Existen diferentes opciones para preservar la fertilidad en la mujer, según la edad del diagnóstico y tipo de cáncer que presente. Las técnicas más utilizadas son: la vitrificación de óvulos o embriones, la criopreservación de tejido ovárico, la transposición ovárica y/o la cirugía conservadora de la fertilidad.
Vitrificación de óvulos:
Este método consiste en congelar óvulos maduros obtenidos luego de una estimulación ovárica controlada. El congelamiento se realiza a través de la técnica de vitrificación (congelación ultrarrápida), en la que los óvulos quedan congelados a -196ºC en nitrógeno líquido. Los ovocitos pueden permanecer criopreservados por tiempo ilimitado, conservando la calidad del momento en el que se realizó la criopreservación.
Luego de que la mujer haya superado la enfermedad y tenga la indicación de oncología para planificar el embarazo, se desvitrifican los óvulos que se inseminan mediante una técnica de fecundación in vitro (FIV), para generar embriones y transferir uno de ellos al útero.
Criopreservación de embriones:
Este procedimiento consiste en congelar embriones, generados previo al tratamiento oncológico, con los ovocitos de la mujer y el esperma de su pareja o de un donante de semen. Se recomienda congelar embriones en estadio de blastocisto, es decir, de 5 ó 6 días de desarrollo, ya que estos embriones tienen más posibilidades de implantación.
La ventaja principal de esta técnica es que los embriones son más resistentes a la criopreservación que los ovocitos. La limitante es que es necesario contar con una pareja masculina con la que se tenga un proyecto procreacional a futuro en común, o elegir una muestra de un banco de semen.
Criopreservación de tejido ovárico:
Esta técnica se puede indicar en las niñas o adolescentes prepúberes que no pueden llevar adelante una estimulación por no tener ciclos menstruales. Requiere de una cirugía para extraer tejido ovárico y criopreservarlo. Para utilizarlo en el futuro se puede hacer un autotrasplante de este tejido. Si bien es una técnica que todavía es experimental, se puede ofrecer en casos seleccionados.
Cirugía conservadora de la fertilidad:
Esta opción es variable según la localización del tumor y el estadio al diagnóstico. Los tumores ginecológicos más frecuentes en la mujer joven son el cáncer de ovario y el de cuello uterino. En ambos casos, el tratamiento de elección es la anexohisterectomía (extirpación de ovarios, trompas de Falopio y útero).
Pero en casos seleccionados y si la mujer presenta deseos de fertilidad a futuro se puede plantear una cirugía conservadora del útero.
Transposición ovárica:
En los casos de indicación de radioterapia pelviana, existe la posibilidad de realizar una cirugía de transposición ovárica previo al inicio del tratamiento. Esta intervención tiene el objetivo de alejar a los ovarios del campo de radiación, para disminuir su daño y conservar su función a futuro.
Opciones de Preservación de la Fertilidad en Hombre:
En el varón, las opciones para preservar la fertilidad son la criopreservación de semen y la criopreservación de tejido testicular.
Criopreservación de semen:
Es un procedimiento sencillo mediante el cual se congela una muestra espermática en varios criotubos o pajuelas para realizar una FIV o una inseminación en el futuro. El almacenamiento es en nitrógeno líquido -196ºC para conservar la calidad seminal.
Criopreservación de tejido testicular:
El proceso para congelar tejido testicular consiste en extraer pequeños fragmentos del testículo, los cuales se almacenan congelados en nitrógeno líquido. Se considera un procedimiento experimental, ya que su seguridad y eficacia aún no ha sido demostrada. Este método de preservación podría estar indicado en varones jóvenes que no han llegado a la pubertad, por lo que no pueden congelar su semen.
Momento para Considerar la Preservación de la Fertilidad
El equipo médico tratante debe asesorar a los pacientes sobre los efectos nocivos que tienen las terapias contra el cáncer en la fertilidad y las opciones para preservarla. Es fundamental, la pronta derivación al especialista en medicina reproductiva para iniciar el procedimiento lo antes posible y no demorar el comienzo del tratamiento oncológico.
Conclusión
Si bien, actualmente ciertos tipos de cáncer han aumentado su frecuencia en personas jóvenes, los tratamientos oncológicos indicados de manera precoz y personalizada permiten tener una supervivencia más elevada. La preservación de la fertilidad es una herramienta que brinda esperanza a los pacientes que deben afrontar una enfermedad oncológica, ya que les permite tener posibilidades de embarazo a futuro.