Durante años se ha relacionado a la Medicina Reproductiva con las gestaciones múltiples. Esto es así ya que en sus comienzos las técnicas de congelamiento de embriones no resultaban de lo más efectivas. Las tasas de sobrevida y el tiempo que implicaba congelar un embrión hacían que lo más conveniente fuera transferir todos los embriones generados en el ciclo. ¡Se han llegado a transferir hasta 5 embriones a la vez!
Esto hacía que los embarazos múltiples, que tienen innumerables riesgos obstétricos y neonatales, sean muy frecuentes.
Durante la primera década de los 2000 se desarrolló y puso a punto la técnica de vitrificación, un método de congelamiento rápido y con excelentes resultados.
Por otro lado, paralelamente, los medios de cultivo embrionario fueron evolucionando permitiendo la llegada de los embriones al estadio de blastocisto (día 5). De esta forma se pueden seleccionar aquellos embriones que tienen más chances de dar lugar a un embarazo.
Por lo tanto, hoy en día se transfiere un único embrión en día 5, y si la paciente tiene más embriones los mismos se congelan para próximas transferencias, ya que se vió que las tasas de embarazo no aumentan al transferir más embriones y así se evitan los embarazos múltiples.