Muchas personas se preguntan qué es la hormona antimulleriana, con dudas o dificultades sobre cómo abordar el concepto.
La hormona antimulleriana (AMH), también denominada hormona inhibidora mülleriana, es una glicoproteína producida por la secreción de los folículos ováricos.
Dicho de modo más simple, son células que se ubican en los tejidos granulosos del ovario, rodeando los ovocitos inmaduros y controlando la creación de los folículos primarios.
Su estudio funciona como medidor de la reserva ovárica. La reserva ovárica está compuesta por la cantidad de folículos existentes en los ovarios de la mujer, dentro de los cuales se encuentran los ovocitos u óvulos. Su medición determina aproximadamente el número de óvulos existentes.
Es producida durante la vida reproductiva de las mujeres, comenzando en la pubertad, para luego descender naturalmente a partir de la primera menstruación, hasta la menopausia.
¿Cómo se mide la hormona antimulleriana?
El test de hormona antimulleriana consiste en un simple análisis de sangre en laboratorio.
Los valores de AMH no varían durante el ciclo menstrual. Al evaluarse junto con otras hormonas de fertilidad como la FSH y el estradiol, es recomendable realizar el análisis durante los primeros tres o cinco días posteriores al inicio de la menstruación.
Se recomienda acompañar este análisis con una ecografía de recuento de folículos, para una mejor interpretación de la capacidad reproductiva de la mujer.
¿Cuáles son los valores de la hormona antimulleriana?
Los valores altos de la hormona antimulleriana demuestran que la reserva ovárica es abundante. Por lo tanto, poseer valores bajos de AMH, indica una baja reserva.
Sin embargo, esto no determinaría la imposibilidad de conseguir un embarazo. Para establecer la capacidad fértil de una mujer, deberán evaluarse otros valores hormonales, la permeabilidad de las trompas, la receptividad endometrial, la calidad seminal de la pareja, entre otros.
A la hora de leer los resultados de análisis de hormona antimulleriana, deberán consultar la tabla de valores de cada laboratorio, ya que pueden variar.
A continuación, una escala a niveles generales:
- AMH alta (entre 3 y 6 ng/ml.) y AMH normal (entre 1 y 2,9 ng/ml.) La reserva ovárica es buena.
- AMH normal-baja (entre 0,7 y 0,9 ng/ml.) Reserva disminuida pero dentro de los valores normales.
- AMH baja (entre 0,3 y 0,6 ng/ml.) Baja reserva ovárica, paciente demuestra escasa respuesta a estimulación hormonal.
- AMH muy baja (niveles menores de 0,3 ng/ml.) Valores correspondientes a etapa menopáusica. Reserva ovárica casi agotada.
Cabe destacar que los valores de esta hormona pueden variar de acuerdo a los antecedentes médicos del paciente, como los trastornos hormonales.
En mujeres con Síndrome de ovarios poliquísticos suelen encontrarse valores más altos de esta hormona.
Por otra parte, en aquellas mujeres que poseen cirugía ovárica, endometriosis o embarazo ectópico, entre otros antecedentes, existen mayores probabilidades de encontrar niveles bajos de la hormona antimulleriana.
Hay otras variantes que pueden alterar el recuento folicular y los valores de AMH, como el estrés y la deficiencia de vitaminas, especialmente la vitamina D.
¿Para qué sirve medir la hormona antimulleriana?
Su observación, además de medir la reserva ovárica, brindará información clave a la hora de determinar posibles tratamientos de fertilidad.
Al analizarla junto con otros parámetros permite evaluar la salud reproductiva de la mujer. De esta manera poder adoptar diferentes conductas como por ejemplo evaluar la posibilidad de realizar un congelamiento de óvulos si se desea.
A su vez, puede ayudar a la hora de elegir el método de fertilización con mayor probabilidad de éxito, entendiendo el tipo de respuesta que se obtendrá a la estimulación hormonal.
Algunos de los tratamientos que pueden considerar la información de este análisis son la fecundación in vitro (FIV), la inseminación artificial (IA), la ovodonación u otros tratamientos hormonales.
En cuanto a la fecundación in vitro, el valor de la hormona antimulleriana es fundamental a la hora de conocer la cantidad de óvulos disponibles y cómo responderán a este tratamiento.
El testeo de esta hormona puede también ayudar a diagnosticar irregularidades en el ciclo menstrual, descubrir las causas de la amenorrea y revelar nuevas enfermedades. Este análisis también sirve para controlar a mujeres con cáncer de ovario.
En cuanto a la menopausia, conocer los valores de la hormona antimulleriana podría predecir el inicio de la misma o bien justificar la razón de su comienzo temprano.
En adolescentes de quince años que no han tenido su primera menstruación, suelen realizarse estos estudios de sangre para determinar la causa de la ausencia del período menstrual.
El estudio de esta hormona ha ayudado a la hora de conocer la capacidad reproductiva, detectar irregularidades y decidir sobre tratamientos de fertilidad. Su análisis es sencillo y puede realizarse a cualquier edad de la mujer.
En In Vitro Buenos Aires incentivamos a todos nuestros pacientes a realizar los estudios correspondientes y contactar a nuestro equipo de profesionales para recibir más asesoramiento sobre el estudio de esta hormona, o cualquier consulta en el camino hacia la formación de una familia.