Hasta hace poco tiempo se creía que la cavidad uterina era un tejido estéril, es decir, libre de gérmenes.
Recientemente, se descubrió que el endometrio (capa interna del útero donde se implanta el embrión) contiene un grupo de bacterias o microorganismos que viven en un equilibrio cumpliendo funciones específicas. Este conjunto de bacterias se denomina flora endometrial y al igual que en otros órganos y tejidos del cuerpo, como en el intestino o en la vagina, cumplen un rol clave en el funcionamiento del organismo.
Microbiota y su Relación con la Fertilidad
La flora endometrial, al igual que la vaginal, está compuesta predominantemente de lactobacilos. La ausencia o disminución de éstas bacterias, así como la colonización con otras bacterias que no forman parte de la flora, pueden asociarse, según sugiere la evidencia científica, a fallos de implantación y pérdidas de embarazo.
¿Qué factores influyen en la Microbiota?
Existen diversos factores que pueden alterar la flora endometrial. Algunos de los más frecuentes son el tratamiento prolongado con antibióticos y los malos hábitos alimentarios. Los tratamientos prolongados o recurrentes con antibióticos suelen no sólo eliminar las bacterias patógenas, sino también a las que componen la flora endometrial. Por tal motivo, es muy importante no automedicarse y tomar antibióticos sólo con prescripción médica. Por otro lado, el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados y la baja ingesta de frutas y verduras pueden alterar el equilibrio de la microbiota endometrial.
¿Por qué es importante el Test de Microbiota en la Evaluación de la Fertilidad?
Existen tests endometriales que detectan alteraciones en la microbiota o flora endometrial, así como también la presencia de bacterias patógenas que producen endometritis crónica ( infección en el endometrio). Estos test se toman en el consultorio ginecológico de manera sencilla y rápida.
En el caso de identificar una alteración en la microbiota o un sobrecrecimiento de bacterias patógenas, se indica un tratamiento con probióticos y/o antibióticos. Este tratamiento parecería tener un efecto beneficioso en las posibilidades de embarazo, ya sea en el contexto de un tratamiento de fertilidad o en el embarazo de manera espontánea.
Si bien la evidencia científica actual indica que mantener una microbiota saludable es fundamental para lograr el embarazo, se requieren más investigaciones para asegurar el real impacto de esta asociación.