Uno de los mayores miedos que me expresan las pacientes cuando se encuentran sentadas en frente en la consulta de fertilidad, ya sea para la realización de una fertilización in vitro o ICSI o congelamiento de óvulos para la preservación de la fertilidad, es la punción folicular.
Este es un procedimiento que consiste en la aspiración del líquido contenido en los folículos ováricos para extraer los ovocitos maduros del interior a través de una punción vaginal guiada por ecografía.
El ecógrafo transvaginal va unido a una aguja con la cual se punza a través de la vagina, se aspira el líquido folicular a través de un sistema de aspiración con bomba de vacío conectada a esa aguja que a su vez recoge el líquido en tubos de ensayo. En ese líquido están contenidos los ovocitos. El quirófano se encuentra conectado al laboratorio de embriología, por lo cual inmediatamente el biólogo analiza la muestras obtenidas y localiza bajo el microscopio los óvulos.
Tiene una duración semejante a la ecografía de control en el consultorio, pero como requerimos la infraestructura del laboratorio de alta complejidad, se realiza en quirófano. Por otro lado para evitar dolor, se realiza bajo anestesia. Se trata de una sedoanalgesia, a través de un suero endovenoso, por el cual uno esta totalmente dormida para no sentir dolor ni recuerdo alguno, pero no se utiliza respirador ni otros instrumentos complejos e invasivos.
Se trata de una sencilla intervención de unos 20-30 min de duración, en promedio y que va a depender de la cantidad de folículos que se desarrollen. Tiene bajo índice de complicaciones. Requiere 8 hs de ayuno. Es un proceso ambulatorio de no más de una hora de recuperación de la anestesia y reposo en casa ese día, con dieta y analgésicos.
Antes de irte te decimos cuántos ovocitos salieron, y en las siguientes horas los biólogos, van a evaluar la madurez y criopreservarlos si el objetivo era diferir la maternidad o inseminarlos con los espermatozoides si lo era formar un embrión.